Somos lo que comemos, he aquí una afirmación verdadera en más de un sentido. El alimento es, naturalmente, necesario para nuestro bienestar físico. Pero, además de ello, ejerce también un efecto sutil sobre nuestra mente, puesto que la esencia del alimento forma la mente. Una dieta natural, es decir, pura o sátvica, se basa en alimentos frescos, ligeros y nutritivos, tales como la fruta, los cereales y las verduras. mantiene el cuerpo esbelto y flexible y la mente aguda y clara.
Una dieta pura moderada y rica en PRANA, resulta la mejor garantía de salud mental, física y aporta armonía y vitalidad tanto al cuerpo como a la mente.
El sol, el aire, el suelo y el agua se combinan para producir los frutos de la tierra: verduras, frutas, legumbres, frutos secos y semillas. Todo lo bueno que tenemos de estos alimentos, nos llega de primera mano. Una vez que uno conciencia de cual es el origen de lo que come y de la forma en que le afectan los alimentos, la mente va abriéndose poco a poco a una mejor calidad de vida y salud.
Bilbliografía: Vishnu-devananda, Swami, Lucy, Lidel, Narayani, Giris, Rabinovitch: El nuevo libro del YOGA, Ingles,Barcelona, 1983,1999.