El verdadero amor se manifiesta en total libertad, sin apegos, sin manipulación, sin control; permitiendo que cada ser humano viva la experiencia requerida para su proceso de recordar, aprender y sanar.
Cuando vivo una relación de pareja de apego, control y manipulación estoy en la prisión del ego, la cual no me deja manifestar el amor ilimitado de mi padre y no estoy permitiendo hacer mi proceso obstaculizando el del otro, lo cual realmente es enamoramiento ( en amor miento), utilizando ese regalo de la vida para seguir engrandeciendo el personaje.
Cuando reconozco mi fuente ilimitada del amor de mi padre, reconozco que no hay limitaciones y que puedo elegir, crear y vivir una experiencia de alegría, felicidad y amor para conmigo y los demás, pues somos la unidad y si mi hermano se sana me sano yo, por consiguiente puedo experimentar el cielo en la tierra.
«Desde el libre albedrío elijamos la experiencia con quien queramos, recordar, aprender y sanar.»